La obra consiste por una parte, en un habitáculo que contiene un sistema de control de ambiente necesario para cultivar setas del hongo ostra (Pleurotus ostreatus), uno de los hongos comestibles más conocidos en el mundo. La incubadora sería localizada sobre el patio exterior del MBVM, introduciendo una piscina, que sería la fuente de humedad que los hongos necesitan para su crecimiento. 

Por otra parte, se intervendrá la pileta, instalando platos de diferentes diámetros en la misma, generando una cascada homogénea, detrás de las cuales crecerán los hongos. 

Como las condiciones ambientales son específicas y hay que evitar la contaminación, el habitáculo no puede tener un gran flujo de gente por lo que se propone que no esté abierto al público, en cambio, se instalará una cámara de seguridad dentro de la incubadora, proyectando en circuito cerrado hacia dentro del MBVM.  De esta forma la proyección plantea la visualización de un nuevo mundo, oculto en un sistema cerrado de humidificación, pero visible por un circuito cerrado de televisión.

La generación de ambientes propicios para el crecimiento y el desarrollo de cultivos de hongos aparece como un concepto que cuestiona y reflexiona acerca del rol de los humanos en su ecosistema y cómo estamos diseñando nuestra existencia para los próximos años. Ingold (2012) plantea en el diseño de ambientes para la vida, una mutua coexistencia y codesarrollo en conjunto que es precisamente cómo viven los hongos; formando una estructura rizomática, la asociación del micelio con las raíces de las plantas y la interconexión de todos los actores de la naturaleza. El proceso de habitar de los hongos radica en base a eso, a las interacciones entre la especificidad interna de los genes de cada especie y las condiciones externas ambientales, con la finalidad de darle continuidad al ciclo biológico y producir un ambiente propicio para la vida.

Fuente es una instalación que propone la creación de un nuevo ambiente controlado de temperatura, en base a la circulación de agua. Compuesta por una cúpula en forma de pirámide, estructurada por fierro y plástico biodegradable, contiene dentro una especie de cenefa de agua. Esta cortina húmeda se presenta como un envoltorio transparente para un nuevo mundo donde proliferan hongos ostra. Éstos conviven sobre una estructura octagonal de madera, escondidos detrás de la cascada que se extiende desde la pileta original del museo. Detrás de la cortina de agua, existe un nuevo paisaje con condiciones ambientales que dependen del agua, la temperatura, y el oxígeno.

La obra solo podrá ser vista desde el exterior, pudiendo entrar a su interior desde la proyección de un sistema cerrado de tv, por medio de una cámara de seguridad.

Esta condición está dada para evitar el desequilibrio del ambiente controlado, producto de cambios de temperatura al abrir y cerrar continuamente la cúpula. Al mismo tiempo, la no apertura de la incubadora, le da un sentido sacro e intocable a la obra, produciendo dos temporalidades paralelas.