OCCHIO DI LUCE: OJO DE LUZ

Proyecto colaborativo de Interdisciplina con Constanza Cuevas Puyol

Solsticio de verano hemisferio Sur: Centro Cultural Ceina, Santiago de Chile

Solsticio de verano hemisferio norte: Centro di Arte e Natura L´Aquila Reale, Civitella di Licenza, Roma.

Instalación

Cerámica, acero inoxidable, metal, agua.


El proyecto Occhio di Luce está financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile. –

FONDART NACIONAL

Ojo de Luz es una instalación efímera e interdisciplinaria que conecta arte, astronomía y ecología a través de la luz y el paisaje. Creada por Claudia Müller (arte), Constanza Cuevas (arquitectura) y Tiziana Panizza (audiovisual), la obra ha sido presentada en distintos contextos, adaptándose a los ciclos astronómicos de cada hemisferio.

Su primera etapa se llevó a cabo en L’Aquila Reale Arte e Natura (Licenza, Roma) en el hemisferio norte, como una instalación solar de sitio específico. La segunda se emplazó en el Centro Cultural Ceina (Santiago de Chile), coincidiendo con el solsticio de verano en el hemisferio sur.

La instalación está compuesta por trípodes con rombos de acero espejo que reflejan la luz solar sobre contenedores de cerámica con agua, evocando discos protoplanetarios. A través de esta interacción con la luz y el paisaje, Ojo de Luz explora la relación entre los ciclos astronómicos, el origen del agua en la Tierra y la búsqueda de exoplanetas habitables.

Esta obra invita a sincronizar nuestra percepción con los ritmos planetarios y a reflexionar sobre la interconexión entre el cosmos, la naturaleza y la vida en ambos hemisferios.

Esta instalación solar se compone de 6 piezas compuestas de 6 trípodes de diferentes alturas que sostienen rombos de 35 x 25 cm y 2 mm de espesor, cortados en acero espejo. Estas piezas contienen máscaras de pintura, dejando al descubierto un círculo central en su interior de 15 cm. Durante los días solsticiales de verano en el hemisferio norte este haz de luz llegará al círculo de espejo rebotando en 90º y reflejando una mancha solar en cada uno de los  contenedores de cerámica circulares, rellenos de agua.

Las piezas de cerámica se encuentran cocidas a 1.100º y fabricadas a mano, insinuando la forma de discos protoplanetarios observados astronómicamente.

Actualmente la ciencia busca exo-planetas posiblemente habitables y con indicios de agua en su atmósfera a modo de encontrar una posible vida extraterrestre. Astronómicamente el estudio de los discos protoplanetarios permite entender el origen de nuestro sistema planetario, principalmente la proveniencia de nuestra agua en nuestro planeta, la cual en un porcentaje y como teoría científica proviene del hielo presente en las estrellas inmersas en  los discos protoplanetarios. 

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